La Salve no tiene salvación
Bien sabe Dios que cuando pago algo, me lo bebo… sea lo que sea, esté como esté y sepa como sepa… Y esta la dejé prácticamente entera.
Oxidada no… ¡súper oxidada! Horrorosa.
Y la había pagado y lo llevo clavado en el alma.
¿Culpa del bar? Bueno, venimos del invierno y la tenían en nevera… Bar en pleno centro de Bilbao; en el rato que estuve yo allí, se consumió al menos otra botella más, así que le presupongo bastante rotación…
Tema abierto: ¿Debe preocuparse la marca por cómo llega la cerveza al consumidor?
Me la pela las ventas de La Salve, ellos son dueños de su destino empresarial, ellos sabrán sus números; además, a mí su rollo no me gusta.
Por otro lado, seamos serios y francos: la oxidación en una cerveza ‘pilsen’ no es percibida como un defecto por la mayor parte de su público objetivo. Es más, es posible que un consumidor medio sea aficionado a esa característica organoléptica. Es decir, no está claro que La Salve se venda mucho pese a estar oxidada o que se venda mucho PORQUE está oxidada. Me viene a las mientes la historia de Coronita…
Simplemente me pregunto cómo es que ganó el Oro en la Categoría International Lager en el Beer Challenge 2019… Mucho se cuidarían de enviar un lote fresco y bien conservado, ¿no?, es decir, mucho se cuidarían de enviar una botella de algo que no es lo que luego se vende con el nombre comercial La Salve.
En definitiva: Yo SÍ CONFÍO en la limpieza del concurso del Barcelona Beer Festival, sobre todo porque conozco a muchos de los jueces y sé de su honradez; en lo que no confío es en el sentido de los concursos.
¿Me explico? ¿Me comprendes?