El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, quiere que la definición del delito de rebelión se ajuste a lo que ha pasado en Catalunya para que pueda ser aplicado a los «responsables políticos que utilizan su posición para subvertir el orden constitucional». Como no puede hacerse de forma retroactiva, imagino que piensa en futuras ‘rebeliones’, secesionistas o de otra índole.
La propuesta de Pedro Sánchez no me sorprende. Pedro Sánchez pone sobre la mesa una evidencia: para atentar contra un estado actualmente no es necesario alzarse en armas. Las rebeliones ya no necesitan armas. Los tiempos han cambiado. La mayor comprensión del funcionamiento de las pasiones humanas ha propiciado una industria de la propaganda y el populismo que encuentra en las RRSS y los medios de comunicación su mejor herramienta, y es mucho más eficaz que las armas, y mucho más estética y más limpia. 😛
Tampoco me ha escandalizado, en absoluto, porque lo que propone Sánchez me parece lógico desde la óptica de alguien con sus convicciones. Él cree en los estados y en que hay que defenderlos y demás.
Desde una lógica nacionalista, lo que sugiere Pedro Sánchez tiene sentido. Es el mismo sentido de la aplicación del 155 y de que C’s pretenda que no se levante el 155 mientras el President Torra no acate la Constitución y de que algunos leguleyos se echen las manos a la cabeza porque Alemania y Bélgica no se hayan alineado con España y de que haya gente en prisión.
La defensa del Estado a cualquier precio. El Estado como ídolo. El estado como sublimación de vete a saber qué valores…
El Estado se defiende y lo hace incluso de los propios ciudadanos si son ellos quienes ponen en peligro su integridad. La seguridad del Estado por encima de todo.
Viene siendo así desde el principio de los tiempos de los conceptos Patria, Estado, Nación, nacionalidad… está en su esencia.
Y en esa lógica entra lo de ‘el fin justifica los medios’ tan enarbolado estos días.
Es de lo que hablaba Jiménez Losantos en su soflama patriotera radiofónica. Cualquier patriota empatiza con Losantos.
(Por cierto, siendo justa, he de decir que no tengo claro que Losantos pidiera que se bombardeara Barcelona. Creo que dijo ‘España tiene capacidad para bombardear Barcelona y debería hacerlo si fuera necesario para garantizar la integridad del Estado’. No dudo que ese tiparraco estaría encantado de gasear a todos aquellos que no piensan como él y a los gays, los pobres, los inmigrantes… pero, en conciencia, no puedo afirmar que dijo lo que se dice que dijo. He visto el vídeo al menos 10 veces y la cuestión depende de un puñetero tiempo verbal. Si alguien vuelve a sugerir que justifico a Losantos, que me bloquee directamente porque, si no, lo haré yo.)
Que esa propuesta, la de adaptar el delito de rebelión a la realidad actual, haya surgido de Pedro Sánchez sí me sorprende, no porque le presupusiera otra posición ideológica, porque Sánchez no tiene ideología, solo unas enormes ganas de Moncloa, pocas luces y un ego hipertrofiado, sino porque así le deja todo el pasillo izquierdo a Podemos y el PSOE se queda un poco en tierra de nadie y desfigurado. ¿Qué les queda a los progres tradicionalistas ahora (valga el sarcasmo)? Pero esa es otra historia…
¿Qué es lo que os sorprende a los que creéis en estados, patrias, himnos, banderas, naciones, nacionalidades…? ¿Qué es lo que os sorprende de que un estado ponga en marcha todos los mecanismos de defensa? Que no lo entienda yo, que reniego de todo eso, que solo soy patriota de mí misma, egoísta, descastada, paria… pero vosotros deberíais entenderlo. Para mí los estados son construcciones humanas y deben estar al servicio de las personas. Es el Estado el que debe someterse a las necesidades de las personas e inmolarse, si es necesario, nunca al revés, lo mismo que Dios y la cerveza.