Susana Giner 13 diciembre, 2019

Una reflexión que no sé expresar bien…
La Primavera Árabe, los Chalecos Amarillos, ahora la Primavera Latinoamericana, y seguro que me dejo muchos pero en este momento no recuerdo más… Estas corrientes tardarán algo más en llegar a Europa porque vivimos mejor. Lo de Catalunya (las protestas) no se ha propagado porque es un movimiento nacionalista y autoritario, por mucho que intenten una y otra vez hacerlo pasar por un movimiento social de reclamación de derechos y libertades.

Leo el periódico, miro alrededor y pienso en Marx y en sus vaticinios sobre el colapso del Capitalismo.

Marx se equivocó por poco, fue un pequeño error de cálculo que le desbarató toda la cronología pero no la teoría. No contó con la risiliencia de las sociedades ni imaginó algo como Internet, que llegó para darle oxígeno al neocapitalismo. Internet, en sus primeros años de vida, democratizó algo la economía y provocó un vuelco de clases: muchos ricos se empobrecieron y muchos pobres hicieron fortuna. Eso ha creado una cierta ilusión de ¿meritocracia?, ¿sería esa la palabra? El caso es que las esperanzas individuales de salir de pobre (porque yo soy más listo que el resto, yo tendré ese golpe de suerte que necesito), nos convierte en una masa de fuerza obrera sin sentido y seguimos empujando la noria… Pero nuestro destino de pringaos está escrito a menos que le demos una patada en los cojones al capitalismo.

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